30.11.09

No a la Ley de Acompañamiento


En el artículo de esta semana no querría dramatizar en exceso, pero sí hacer llegar al amable lector la importancia del problema que voy a intentar exponer: la perversión democrática, constitucional e institucional que supone la aprobación de la llamada “Ley de Acompañamiento” en los términos que se hace en la Comunidad de Madrid. También, y ya lo anticipo, quiero pedir a los grupos parlamentarios de la oposición que pongan toda su capacidad institucional para recurrirla ante el Tribunal Constitucional.



Muchos han oído hablar de la “Ley de Acompañamiento” que cada año aprueba la Asamblea de Madrid al tiempo que se tramita la Ley de Presupuestos. Incluso para muchos puede parecer algo normal y común en el trabajo legislativo parlamentario. Pero no es así. Hoy en día la “Ley de Acompañamiento” se ha convertido en uno de los atentados más graves que se asesta a la actividad legislativa y, con ello, a la democracia en nuestra Comunidad.




La técnica legislativa que hace acompañar de una ley “cajón de sastre” a la ley presupuestaria, como decía, no es nueva y aunque peculiar, no tiene por qué ser contraria a la Constitución, al respeto al Parlamento y a la función legislativa. Pero claro, siempre que se administre con prudencia, con criterio y moderación, cosa que hace muchos años no hace el Gobierno y la Asamblea de la Comunidad de Madrid.




La “Ley de Acompañamiento” surge ante una necesidad técnica que se plantea a la hora de aprobar los Presupuestos. Como es sabido, la Ley de Presupuestos consiste en el conjunto de normas que conforman el programa anual de ingresos y gastos públicos de la Administración a la que nos estemos refiriendo, en este caso la Comunidad de Madrid. Pues bien, lo que sucede es que puesto que la Ley de Presupuestos tiene un procedimiento legislativo específico y unos límites materiales, muchas veces al aprobarla se hace necesario incluir cuestiones que no caben en dicha ley, asuntos que no tienen que ver con la política presupuestaria pero que inciden en la política de ingresos y gastos públicos. Para salvar ese problema se ideó la Ley de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden Social, la llamada “Ley de Acompañamiento”.




Como decía, es una ley que no tiene porqué ser inconstitucional (algo ha dicho ya el Tribunal Constitucional) si se utiliza con moderación y proporcionalidad. Si se hace así es un instrumento legislativo rápido y ágil para superar límites formales que impedirían que la Ley de Presupuestos fuera efectiva. El problema se plantea cuando se abusa. ¡Como siempre! Los problemas están en el uso generalizado de soluciones excepcionales que se aplican para resolver problemas concretos.




En el procedimiento legislativo es fundamental la deliberación, la publicidad y la integración de los intereses de los distintos grupos políticos que participan de la acción legislativa. La deliberación, la confrontación de posiciones políticas y la publicidad de ese debate para que los ciudadanos tengan completa información de lo que sucede en la Asamblea es fundamental para la democracia en nuestra Comunidad. Pero cuando un proyecto de ley se confecciona con la modificación de treinta o cuarenta leyes de la importancia de la Ley del Suelo, se califica para su tramitación por el procedimiento de urgencia y se debate a la par que la Ley de Presupuestos, la publicidad, la contraposición de opiniones y el conocimiento por los ciudadanos de lo que se está haciendo se hace imposible. De esa forma se oculta la acción legislativa, se manipula el sistema para hacerla opaca y se atenta contra la institución parlamentaria y la democracia misma.




Por ello, con estas líneas denuncio esta técnica legislativa antidemocrática del Gobierno de la Sra. Aguirre, el abuso que supone la utilización desproporcionada de la “Ley de Acompañamiento” en la Comunidad de Madrid, y pido públicamente a los grupos políticos de la oposición en la Asamblea que activen los mecanismos necesarios para recurrir ante el Tribunal Constitucional la Ley de Acompañamiento de los presupuestos de 2010.




Seguro que no faltarán los que digan que este es un asunto excesivamente técnico y que queda muy alejado de los problemas inmediatos de los ciudadanos. A esos yo tan sólo quiero recordarles que estamos hablando de salud democrática, de respeto a las instituciones y que, como decía Ihering, “las formas son garantía de libertad”.

19.11.09

La buena política


Después de semanas de intrigas, asechanzas, espionajes y casos de corrupción en la política madrileña, no está de más dedicar la columna de esta semana a uno de los ejemplos de la “buena política” que, afortunadamente, también suceden en nuestra Comunidad.



Existe una idea muy generalizada en la opinión pública que entiende que uno de los problemas más graves de nuestro Estado de las Autonomías es la incapacidad entre las distintas administraciones, sobre todo si están gobernadas por fuerzas políticas distintas, para coordinarse y prestar de forma eficiente los servicios públicos que los ciudadanos demandan.



Pues bien, precisamente el ejemplo de “buena política” que quiero traer a este artículo se refiere a este tipo de relaciones interaministrativas. El Ministerio de Fomento -el Sr. Blanco- y la Comunidad Autónoma de Madrid, con el nuevo clima de diálogo y cooperación, están demostrando que es posible sumar esfuerzos, olvidarse de cálculos estratégicos partidistas y poner por delante los intereses de los madrileños. El ejemplo, seguro que muchos de los lectores de estas líneas ya lo están pensando: la puesta en marcha de obras de infraestructuras que sin duda serán sustento básico para el desarrollo económico y social además de para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en nuestra Comunidad. Sin ánimo de exhaustividad, y tan sólo a título de ejemplo permítanme recordarles los siguientes:



Una de las primeras muestras de ese nuevo clima de cooperación fue la puesta en marcha de la estación de Cercanías de Sol, que presta servicios al segundo túnel Atocha-Chamartín (por cierto, abierto un año antes de lo previsto) y que conecta directamente un amplio núcleo de ferrocarriles suburbanos de la Comunidad con el centro neurálgico de la vida de Madrid mediante la conexión de las líneas 1, 2 y 3 del Metro.



La segunda es la inauguración y la puesta en marcha de nuevas infraestructuras de carreteras: la inauguración de la variante del Molar en la A-1, el nuevo enlace de Vicálvaro con el eje de O´Donnell (M-23). La inversión de más de 192 millones de euros para seguir mejorando las carreteras madrileñas, dos nuevos enlaces en la M-40 que permitirán conectar la M-511 y el nudo de la A-6. También, se podrá ampliar la R-3 hasta Tarancón y la R-5 hasta Talavera de la Reina.



El tercer caso es el Plan de Infraestructuras Ferroviarias de Cercanías para Madrid. El Ministerio va a invertir en dicho plan más de 5.000 millones de euros y con ellos se permitirá sumar a la red suburbana de Madrid a doce nuevos municipios. Se construirán 115 kilómetros de nuevas líneas, 25 nuevas estaciones y se mejorarán 55 de las ya existentes. Sin olvidar la realización del tercer túnel Atocha-Chamartín que discurre por la calle de Serrano y que servirá para unir esas dos estaciones mediante la alta velocidad y que hará posible que el AVE llegue también a Barajas.



Como decía al inicio, es estos tiempos en los que la política madrileña está inundada de filibusterismo y desconfianza -en el mejor de los casos- no está de más felicitar al Sr. Blanco y a la Sra Aguirre por ese clima de colaboración y con él la buena política de infraestructuras que han puesto en marcha.



Sin duda lo más importante va a es que los ciudadanos se verán beneficiados en el día a día cuando mejore el transporte ferroviario y las carreteras en Madrid. Pero desde luego, no menos importante es la consideración que esos mismos ciudadanos pueden llegar a tener de nuestro Estado Autonómico cuando observen que el trabajo concertado entre distintas administraciones no genera inconvenientes y retrasos sino que hace que se sumen esfuerzos y voluntades para prestar un servicio público más rápido y más próximo qué, en definitiva, es de lo que se trata.



Creo sinceramente que esta forma de actuar dignifica la política y la acción de los políticos que, cada uno desde sus responsabilidades, la concebimos como un servicio público y una contribución cívica con la sociedad de la que formamos parte.



Es posible que muchos de los que se dejan llevar por el pragmatismo político den poca importancia a esta última consecuencia, pero en los tiempos que corren, cuando parece que todo lo político en Madrid está marcado por el despropósito, el egoísmo y la improvisación, es mucho más que oportuno hacer pedagogía de la buena política. De esa política que se hace con la cabeza, con el corazón y con la voluntad de diálogo y cooperación. Una política que, al estar hecha desde una actitud positiva, da frutos que recogen los madrileños y tiene la virtualidad de responder a un plan diseñado a medio o largo plazo que garantiza que Madrid no va a bloquearse social y económicamente por la falta de previsión en sus infraestructuras.



¡Felicidades señor ministro de Fomento! ¡Felicidades señora presidenta de la Comunidad de Madrid! Ya para finalizar…, señora Aguirre, tan sólo pedirle un favor: ¿sería posible poner en práctica esta misma voluntad de diálogo y cooperación con otras políticas también prioritarias en Madrid como la educación, sanidad y servicios sociales? ¡Los ciudadanos se lo agradecerían!

11.11.09

Esperanza Aguirre tocada


Que Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón no se entienden ya lo sabíamos hace tiempo. Que Doña Esperanza sueña con el puesto de “lideresa” del PP Nacional también. Que para poder encumbrarse a tan altas cotas no le importaría dar un empujoncito al Señor Rajoy para que caiga por el precipicio de la desaparición política parece bastante obvio.




Estas batallas por el poder interno en el Partido Popular no son nada nuevo, suceden en todos los partidos e, incluso diría yo, suceden en todas las organizaciones, particularmente las que desarrollan funciones públicas donde la posibilidad de formar parte de su dirección está condicionada por la consideración que de esas personas tenga lo opinión pública. Lo lamentable de todo este vodevil del PP es que la batalla por el poder se ha desarrollado en las instituciones y que se han puesto en peligro los intereses de los ciudadanos que nada tienen que ver con esas refriegas palaciegas de la Derecha.




El 3 de septiembre de 2009 pasará a la pequeña historia del PP como el día en el que su líder iba a poner los puntos sobre las íes de los barones díscolos de Valencia y Madrid que con sus luchas en los Gobiernos, los Parlamentos, las Cajas de Ahorro y otras instituciones tanto daño estaban haciendo al Partido y a los intereses de valencianos y madrileños. Si ha sido así, no tengo por menos que felicitar al Señor Rajoy, por lo que supone de reforzamiento de su liderazgo. No debemos olvidar que el sistema democrático necesita no sólo un Gobierno para el Estado sino también una oposición real y cierta con capacidad de ser alternativa para cuando los ciudadanos demanden un cambio político. También le felicito porque ha sacado el debate puramente interno del PP de los espacios donde los ciudadanos salen dañados y lo ha llevado a la calle Génova y a los órganos de dirección y disciplina de su organización. ¡Mis felicitaciones!




Los acontecimientos políticos que han sucedido en el PP el 3 de septiembre de 2009 serán motivo de mil valoraciones diferentes. Yo quisiera señalar aquí una de no poca entidad: el supermartes de Rajoy ha sido el día en el que Esperanza Aguirre ha sufrido la derrota política más grande desde que es Presidenta de Madrid. Rajoy, en el discurso que ha hecho al Comité Ejecutivo Nacional de su partido, ha dicho que “es inadmisible mover manifiestos para obligar a la gente a firmar contra mí”, en clara alusión a la recogida de firmas de alcaldes del PP que promocionó la Sra. Aguirre para pedir que se sancione a Conejal Cobo por sus declaraciones al Diario 'El País'. Mientras tanto, la Señora Presidenta de la Comunidad Autónoma, que es también Presidente del PP de Madrid, ha excusado su ausencia al Comité Ejecutivo Nacional, al parecer porque tenía que inaugurar una escuela infantil y no quería interferir en las resoluciones que se tomasen sobre el Caso Gürtel y Manuel Cobo.




Diga lo que diga la Señora Aguirre, aunque intente ahora pasar por la más férrea defensora del tocado por la mano poderosa de Señor Rajoy para presidir Caja Madrid —Rodrigo Rato—, lo cierto es que ha perdido el pulso, ha perdido la designación del candidato, ha dejado sin efecto los pactos que con unos y otros llevaba haciendo desde hace meses y ha recibido una fuerte reprimenda a su forma despótica y autoritaria de hacer política. Quizás lo único que se le puede considerar es que haya tenido, ¡de momento! la astucia política de replegarse cuando ha observado que la batalla estaba perdida, ¡que no es poco! Pero los que llevamos mucho tiempo viendo cómo evoluciona la política madrileña no recordamos derrota más grande de la Señora Aguirre, ¿será un augurio de lo que puede pasar en los próximos tiempos? Para que así sea los ciudadanos madrileños deben poder percatarse de que se han cruzado muchas rayas rojas de lo que es un comportamiento democrático y respetuoso al sistema político en la Comunidad de Madrid y, para decirlo todo, esos mismos ciudadanos deben poder visualizar una alternativa política firme, clara y con objetivos definidos para nuestra Comunidad. ¡Que lo veamos!

Política que avergüenza a Madrid


Madrid tiene muchos problemas. El primero, el aumento alarmante del paro. Ya estamos casi en medio millón de parados en nuestra Comunidad. No menos importante, y unido al anterior, es la rapidez con la que se están destruyendo empresas y negocios de los autónomos que constituyen la base de la economía madrileña. Qué decir de la educación, que tanto en los niveles infantiles, primarios e incluso universitarios, malvive gracias al voluntarismo de los profesionales, puesto que el presupuesto no les llega ni para pagar las facturas de la luz y el gas. Tampoco nos podemos olvidar de la sanidad pública, cada día más acorralada y con profesionales más desmotivados por la falta de apoyo y recursos. Las asociaciones y los colectivos profesionales se desgañitan en las calles denunciando estos asuntos pero nadie les escucha y nadie les apoya, ¡solos y abandonados! Al mismo tiempo la política sigue en los salones y sobre las moquetas alfombradas.



Si nos fijamos en Madrid capital la cosa no es menos grave: los impuestos, las tasas y los precios públicos suben un día y otro también para pagar obras faraónicas que tan sólo responden a los delirios de grandeza del Alcalde. Mientras tanto, el tráfico sigue siendo un caos que se agrava cada día. El asfalto de las calles y las baldosas de las aceras se levantan y se pegan permanentemente en una suerte de obra infinita que está llevando a los madrileños a la desesperación y la locura. Y qué me dicen de la contaminación en Madrid. La sequía, el cambio climático, las chimeneas y los tubos de escape están sembrando Madrid de gases venenosos y el número de enfermos y muertos por problemas respiratorios aumenta año tras año. ¡Pero no se preocupen!, la Concejala de Medio Ambiente (Parques y Jardines creo que se llama el Área) tiene la solución: pedir a los ciudadanos que “circulen”, que no se queden parados en un sitio, y ordenar que se retiren las estaciones que miden la contaminación en la capital. Ya saben: “ojos que no ven…”.



Madrid tiene muchos problemas. Y puesto que es así, la pregunta sería: ¿pero tiene Madrid una clase política que trabaje para solucionar sus problemas? Viendo como se comportan algunos dirigentes políticos madrileños empiezo a tener serias dudas de que así sea. Podría poner múltiples ejemplos, pero como evidentemente no es posible, me limitaré a los casos más recientes, más publicitados y más sangrantes.



El primero, el “Caso Gürtel”. Todo el mundo sabe que es unos de los supuestos más graves de corrupción política que se ha dado en España, que enfanga a todo el PP, pero que Esperanza Aguirre y el Gobierno de Madrid es quién más tienen que aclarar en cuanto a sus relaciones con los sujetos que componían la trama. Sin embargo, frente a lo que la razón reclama -entrar en el fondo del asunto y limpiar toda mancha de corrupción- se toman medidas que lo único que buscan es “dejar fuera de juego” al adversario político, que evidentemente no está en otro partido, sino en el propio: en la calle Génova o en la ciudad de Valencia.



El segundo, el “Caso de los Espías de la Comunidad de Madrid”, lo que Manuel Cobo llama la “pequeña gestapillo” que parece se dedicó durante años a gamonear a políticos de todo signo, pero fundamentalmente del propio PP, para que los dossieres bien documentados estuviesen preparados en el cajón de quién Manda por si alguien un día se me pone díscolo y hay que llamarle a capítulo.



El tercero, el “Caso Caja Madrid”, donde uno ya no sabe quién es quién y qué fines persigue: Esperanza intentando poner de presidente a uno de los miembros de su Gobierno que más manchado está por los múltiples casos de corrupción que le están salpicando. Rajoy promocionando a un candidato que hasta ahora no han dicho “esta boca es mía” y que se ha destacado recientemente por abandonar una responsabilidad financiera internacional que comprometía a España por meros intereses personales. El Alcalde de Madrid callado pero sacando a su alter ego a que incendie el bidón de gasolina que se derrama por todas las plantas de la sede de Génova.



Los ciudadanos en Madrid tienen muchos problemas. Pero estoy seguro de que la sociedad será capaz de solucionarlos antes o después. Es cierto que sin una buena dirección política costará más tiempo y más sacrificios, pero se solventarán. Ahora bien, esos dirigentes políticos que avergüenza a una sociedad que se esfuerza todos los días para salir adelante y zafarse de los apuros ¿será capaz de dignificarse haciendo la maleta y marchándose a casa? Tengo la impresión de que no. No importa…..llegará la primavera del 2011 y entonces hablaremos. Mientras tanto, quizás lo mejor sería no hacer el mínimo caso a gente que no tiene nada que decir y que sólo se ocupa de urdir conspiraciones frente adversarios reales o supuestos.

2.11.09

"Mangoneos" en Caja Madrid


Empieza a ser más que preocupante el espectáculo que la “política regional madrileña” está dando con el asunto de Caja Madrid. En los últimos tiempos los enfrentamientos por el control de la que es la cuarta entidad financiera de España ha sido una constante en cierta “aristocracia política” que no le basta con su poder en las instituciones parlamentarias y ejecutivas y quiere “agarrar” tan sabrosa institución financiera. Hemos asistido a la esgrima por cambiar las normas de la Entidad, al cese de miembros de órganos directivos, a demandas judiciales y, en definitiva, a toda suerte de estratagemas para que la lucha de poder entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz-Gallardón se decantara de un lado u otro.



El último acto de tan bochornoso espectáculo se está produciendo en estos días con la renovación de la presidencia de la Caja. La sra. Aguirre y el PP de Mariano Rajoy se han quitado “la careta” y están luchando a pecho descubierto y sin complejos por ser uno u otro el que decide quién pone al nuevo Presidente. La Presidente ya ha hecho público su candidato: su Vicepresidente Ignacio González. El sr. Rajoy se resiste a esa propuesta y, parece, que está maniobrando, en “otras instancias” para ver si puede colocar a una persona más a fin a su cuerda que aleje Caja Madrid de la Presidenta Aguirre que tanto se esfuerza por marcar distancias y diferencias con su liderazgo a “la gallega”: que no se note si bajo o subo.



Estamos ante otra muestra de abuso de poder en Madrid. Ante un comportamiento de un partido político que no sólo se apropia de las instituciones políticas y económicas sino que también establece en ellas el campo de batalla para sus enfrentamientos internos. El PP está haciendo meritos sobrados para que los ciudadanos se revelen y les digan “hasta aquí hemos llegado”. Aunque, para decirlo todo, también es cierto que el comportamiento de la oposición política y algunos agentes sociales y sindicales deja mucho que desear, con sus idas y venidas, que más allá de discursos políticamente correcto suenan a confusión y no menos calculo estratégico interno.



Ante tanta “mala política” ¿donde queda el respeto al Derecho y los procedimientos tan importantes en democracia? Si no leo mal el artículo 48.2 de los Estatutos de Caja Madrid dice que el nombramiento –del Presidente-habrá de adoptarse por el Consejo y deberá recaer en persona dotada de la capacidad, preparación técnica y experiencia suficiente para desarrollar las funciones propias del cargo. En ese mismo sentido, el artículo 12.3. Apartado c) de la Ley de Cajas de Ahorro establece que uno de los principios que ha de guiar la elección de cargos directivos de dichas instituciones es la profesionalidad, para asegurar la eficacia del servicio a la economía regional y nacional, y mantener la capacidad de ahorro.



Vistos los artículos legales anteriores, alguien me quiere decir qué imagen están dando aquellos que sin tener en cuenta el mínimo decoro y el respeto a las Leyes hacen ostentación de que por encima de los órganos de la Caja competentes –Consejo de Administración- ellos son los que quitan y ponen cargos y, además, lo hacen incluso designando a personas que tiene nula experiencia profesional en el sector financiero y bancario.



Mientras tanto, la previsión de beneficio para 2009 de Caja Madrid se estima en un 45 % menos que en el ejercicio anterior. ¡Tomaremos nota los impositores!