29.10.08

EL PELIGRO DE ADELANTAR LA POSICIÓN DE VOTO EN EL DEBATE DE LOS PRESUPUESTOS MADRILEÑOS



El Presidente del Gobierno junto con los lideres del Partido en las distintas Comunidades Autónomas decidieron hace un par de semanas que los socialistas no vamos a votar en contra de la ley de presupuestos de Comunidad o Municipio alguno. El argumento para tomar esta decisión es sencillo y bien intencionado: España, como el resto del mundo, está viviendo la crisis más grave que se ha dado desde hace muchas décadas. Hasta ahora la crisis es, fundamentalmente, financiera, pero de no resolverse pronto corremos el riesgo de que se contamine la economía productiva y la situación podría llegar a ser impredecible. En esta situación, las Administraciones Públicas deben ponerse al frente y, además de ayudar a los sectores más necesitados y procurar corregir los problemas de liquidez del mercado del dinero, deben enviar un mensaje de unidad, austeridad y rigor en las cuentas para que los ciudadanos entiendan que es lo que toca en esta situación tan complicada.

Hasta aquí todo perfecto. Está claro que nos estamos jugando el futuro de todos por culpa de algunos ambiciosos sin límite y el descuido de los que soñaron con la capacidad de autocontrol del mercado. Pero no es cuestión de pasar cuentas ahora, aunque ¡habrá que pedirlas en algún momento! Es el momento de reaccionar para solucionar la situación. Para ello, qué mejor que todos –la política, los empresarios, los sindicatos, las finanzas- nos presentemos unidos y apoyemos a quien debe tomar las decisiones políticas y económicas del Estado.

Sin embargo, creo que tampoco debemos perder de vista el importantísimo valor que tiene el trámite de la Ley de Presupuestos y la misión que ha de jugar la oposición en la Comunidad de Madrid donde tan grande es la confrontación ideológica entre izquierda y derecha.

La Ley de Presupuestos es la norma más importante que tramita la Asamblea de Madrid a lo largo de todo el año. En ella, la mayoría que sustenta al Gobierno del PP define la política de gastos e ingresos para el próximo ejercicio, de manera que en ese orden de gastos e ingresos va implícito el proyecto político de doña Esperanza Aguirre y la parte del programa electoral que entiende se debe ejecutar en el ejercicio.

También es el momento para que la oposición presente sus alternativas. La oposición, si es “como Dios manda”, debe tener un “gobierno en la sombra” y tiene que aprovechar la oportunidad de la tramitación y el debate presupuestario, no sólo para criticar lo que el Gobierno pretenda hacer, sino para ofrecer un proyecto alternativo a los ciudadanos. De esta manera es como los votantes tiene la oportunidad de ir conformando su voto con el criterio de la mayor o menor solvencia que unos y otros les ofrecen.

La oposición tiene que ser opción de gobierno y para ello no basta con ocupar los escaños que están en frente de la mayoría parlamentaria, se tiene que construir con rigor una alternativa capaz de suscitar la simpatía y la confianza de los ciudadanos. Por eso, no creo que la oposición pueda dar “cheques en blanco” al Gobierno y su mayoría, Y mucho menos cuando se hace antes de que ese gobierno nos haya presentado lo que pretende hacer en el próximo año. De ser así, pueden suceder al menos, tres cosas:

Primero, que se pierde fuerza en el discurso, puesto que ya antes de empezar a debatir la Ley más ideológica del año se ha renunciado a posicionarse en contra.

Segundo, que se da manos libres al Gobierno para que sin recato alguno presente los presupuestos que más le plazca. ¿Cómo se va a moderar en su programa de máximos o va aceptar enmiendas de la oposición un Gobierno que sabe que le digan lo que le digan no le van a votar en contra?

Tercero, que en aquellos municipios donde un partido distinto al socialista gobierne en minoría estará tentado a no llegar a acuerdos con otros grupos si de entrada sabe que podrá sacar la ley presupuestaria adelante con el voto positivo o la abstención del Grupo Socialista.

Finalmente, pero no menos importante, los socialista por responsabilidad en momentos difíciles vamos a estar con quien gobierne en las distintas administraciones. Ahora bien, si puesto que el PP sabe antes de iniciarse el proceso de debate presupuestario que no va a tener oposición, decide estrangular económicamente la Universidad, privatizar no solo los nuevos hospitales sino también los viejos, seguir con sus proyecto de venta del Canal de Isabel II, no invertir en la escuela pública e incrementar la financiación de los centros privados subvencionados, aumentar los impuestos a los madrileños y no afrontar la defensa de la biodiversidad madrileña dando rienda suelta a los especuladores en los aledaños de nuestros parques naturales ¿también tenemos que dar nuestro voto favorable o abstenernos? Y de ser así, y agravarse mucho más la situación de la Comunidad Autónoma dentro de un año ¿quién será entonces responsable?

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