27.4.10

El velo en las aulas


El debate que ha abierto la joven de 16 años Najwa Malha, alumna del Instituto Camilo José Cela de Pozuelo, al decidir llevar velo en el aula, pese a que el reglamento interno del centro impide portar cualquier prenda que cubra la cabeza, plantea un dilema de difícil solución.



No es un tema nuevo. En Francia este asunto está en la política y en el debate académico desde 1989 y aún no ha encontrado una solución adecuada. En 1989, el Consejo de Estado francés estableció que llevar signos religiosos “no es en sí mismo, incompatible con el principio de laicismo del Estado”, salvo si obstaculiza las actividades de enseñanza. Por ello, dice el Consejo de Estado, son los directores de los colegios quienes deben decidir caso a caso. En 1994 una circular precisó la prohibición de “signos ostentosos” y que en caso de incumplimiento, el alumno se expone a ser expulsado. Sin embargo, cuando se han aplicado las sanciones de expulsión, los tribunales administrativos siempre las han anulado con el argumento de que no se puede privar del derecho a la educación.



En España, afortunadamente, vivimos en una sociedad pluralista, democrática, abierta e integradora. Una sociedad desarrollada construida sobre la libertad, la igualdad y la tolerancia. Valores, todos ellos, que nos hacen grandes como comunidad, pero que entrañan tener que conjugar intereses muchas veces contradictorios. El caso que nos ocupa es uno de ellos. Lo que está en juego en este caso es muy importante: se trata de cómo conjugar ámbito público y privado y el estatuto de libertad e igualdad de todos los ciudadanos. El ámbito público debe estar separado del privado. La escuela, lugar por excelencia de esa separación debe ser neutral entre creyentes y no creyentes y dedicarse a la difusión de los valores de la razón, la tolerancia y la ciudadanía.



Por eso la solución no es fácil. Cuando hablamos de derechos fundamentales lo primero que hay que tener presente es que ninguno de ellos es absoluto y, por lo tanto, que cuando tenemos un conflicto entre varios hay que llegar a una solución mediante la ponderación entre ellos. En el “caso Najwa Malha” el problema está entre la libertad individual e ideológica de la alumna, el principio de laicidad del Estado, el derecho-deber a la enseñanza, la no discriminación y la política de integración y convivencia en una sociedad culturalmente plural.Los poderes públicos garantizarán el derecho a la educación y preservarán la laicidad del Estado. Evidentemente, el ejercicio de ese derecho se ha de hacer cumpliendo las normas de organización, funcionamiento y convivencia de los centros. Ahora bien, esas normas no pueden ser tan estrictas que impidan la manifestación de la libertad ideológica y expresión de los alumnos si no interfiere el funcionamiento ordinario de las clases y el centro.



Por otro lado, los poderes públicos deben garantizar la laicidad del Estado evitando el uso institucional de distintivos de cualquier creencia religiosa en las aulas. Pero que se impida que los centros pongan esos símbolos no quiere decir que puedan evitar que los alumnos porten esos emblemas en ejercicio de su libertad ideológica y religiosa, siempre que no se consideren vejatorios o discriminatorios o, aquí otra vez, impidan el normal funcionamiento del trabajo escolar.



En este contexto se ha de resolver el dilema que nos ha planteado Najwa Malha. Los afectados (Estado, Comunidad Autónoma de Madrid y colegio) deberían asumir su responsabilidad y actuar desde la ponderación y el equilibrio que la complejidad del asunto requiere:- El Estado garantizando que en los centros escolares se respeta la laicidad, la libertad ideológica y religiosa de las personas.- La Comunidad Autónoma asegurando el derecho a la educación y estableciendo unas normas comunes para la convivencia en los colegios, que faciliten la integración cultural desde el respeto a la diversidad y a los valores constitucionales. En casos como éste, asegurándose que este tipo de prendas o distintivos no son impuestos a las niñas, particularmente si son menores, por una consideración discriminatoria.- Los centros escolares estableciendo reglamentos de funcionamiento interno que no discriminen a ningún colectivo de alumnos, que garanticen el mejor funcionamiento de la labor educativa y que faciliten la formación desde la libertad, la igualdad y el respeto.

20.4.10

Aguirre y los alcaldes del sur


Resulta desolador el espectáculo de “política Chikilicuatre” que ha dado la Sra. Aguirre ante la reclamación de siete alcaldes, ¡socialistas, si! Pero representantes de millón y medio de madrileños, que la semana pasada se movilizaron para reclamarle una reunión en la que poder exponer sus proyectos para reactivar económica y socialmente sus municipios.



Los alcaldes de los municipios de Getafe, Leganés, Alcorcón, Parla, Aranjuez, Fuenlabrada y Pinto han diseñado un Plan Estratégico del Sur con medidas concretas en educación, sanidad, infraestructuras y desarrollo industrial, que pretende relanzar económicamente la zona y dar un impulso al empleo. Un Plan que, de llevarse a término, dignificaría servicios sociales depauperados durante los últimos años, crearía 30 millones de metros cuadrados de suelo industrial y generaría 200.000 nuevos empleos en la industria madrileña. Se podrá estar o no de acuerdo con el Plan de los alcaldes del sur. Con las medidas de política social a tomar, con los proyectos industriales a realizar, con las inversiones en educación o sanidad que reclaman. Incluso es comprensible si se dice que algunos de esos proyectos hoy día son imposibles de realizar por la grave crisis que atravesamos y necesidad de austeridad en el gasto. Pero es totalmente inaceptable el comportamiento “chulesco”, “frívolo”, “vejatorio” y “amenazador” con el que se ha obsequiado a los alcaldes del sur en la Real Casa de Correos.



La cosa ya empezó mal el día en el que los alcaldes decidieron hacerse oír yendo a pié desde Getafe hasta la Puerta del Sol para reclamar de la Presidenta una reunión que tenían solicitada hacía un año. Se dijo que era “una romería”, “un acto de campaña electoral”, “ganas de perder el tiempo en numeritos para la prensa que lo único que hace es despistarles de las obligaciones con sus municipios y sus ciudadanos”. Es decir, en vez de respetar el derecho de expresión y la libertad de reclamación y protesta que todo ciudadano tiene, más aún si es representante público, desde la Presidencia y las Consejerías de la Comunidad se activa una estrategia de desautorización mediante “gracietas, frivolidades” y con insinuaciones amenazadoras sobre de donde había salido el dinero para montar el acto.Al día siguiente llegó la entrevista con la Sra. Presidenta, y como todo estaba bien diseñado por doña Esperanza Aguirre para que no se hablara de lo importante: el Plan Estratégico del Sur, había que seguir atizando la chulería, la desconsideración y los debates inútiles que pudieran llenar las páginas de la prensa y ocultar lo que allí se pretendía reclamar.



Para ello, se monta la trifulca de los cartelitos “alcaldes socialistas del sur”, el Vicepresidente Granados en la rueda de prensa se dedica a meterse con el PSM y ha decir que con lo que han planteado los alcaldes tan solo se podía hablar de filosofía, y otras ocurrencias similares. Nuevamente, procurar que la reunión quede en un rifirrafe propio de comadres de una corrala cualquiera de aquellas que abundaban en el Madrid de finales del XIX.La conclusión de todo esto. Pues una muestra más de cómo está la política madrileña. A un nivel que, o cambiamos pronto, o un día de estos hay que cerrar por incompetencia generalizada. Mientras tenemos medio millón de madrileños en el paro, se destruyen empresas y oportunidades de empleo para autónomos, se deteriora la enseñanza pública, se vende la sanidad madrileña, se tiene paralizada la aplicación de la ley de la dependencia y se estrangula la universidad, nos hemos instalado en la política del espectáculo y el sensacionalismo.



Lo importante ya no es tener buenos proyectos políticos y equipos profesionales para poder ejecutarlos. Ahora lo que importa es que la política y a los políticos se les vea formando parte del gran escenario sálvame de luxe o gran hermano. En esta “tragicomedia” el partido político es poco más que una fabrica para construir “chascarrillos” del Club de la Comedia y sus dirigentes y portavoces sujetos formados para, desde la vacuidad, ser los más ingeniosos y dicharacheros. Nos sorprendemos todos los días de la antipolítica instalada en Italia, ¿pero alguien se ha parado a pensar en el estado en el que la política está en la Comunidad de Madrid?

8.4.10

Corrupción y política




El levantamiento del secreto en el 'caso Gürtel' nos pone nuevamente ante el debate de la corrupción política en el PP. Por mucho que Mariano Rajoy quiera minimizar el problema la cosa es más que preocupante: Cuatro Comunidades Autónomas afectadas –Madrid, Galicia, Castilla y León y Valencia-. Importante de municipios –Pozuelo de Alarcón, Arganda del Rey, Boadilla del Monte, Majadahonda, etc…-. Dirigentes de la organización del PP: Luis Bárcenas, tesorero; Pablo Crespo, Secretario de Organización del PP en Galicia. Más de sesenta cargos públicos: Francisco Camps, presidente de Comunidad Autónoma; Rita Barberá, alcaldesa; Víctor Campos, Vicepresidente, José Manuel Fernández, presidente del Parlamento de Castilla y León; Alberto López Viejo, ex Consejero, Benjamín Martín Vasco, Diputado, Ginés López, alcalde, Clemente Aguado, ex viceconsejero, Alfonso Bosch, diputado, etc. Por supuesto, tampoco debe olvidar Rajoy el “caso Matas” con un desvío de mas de 52 millones de euros en la construcción del “Palma Arena” y los múltiples procesos abiertos contra Carlos Fabra en Castellón.


Para un partido político que es alternativa de gobierno la situación no debería verse como una cuestión menor. Más bien, el PP y Rajoy deberían dar pronto explicaciones convincentes de lo que ha estado pasando y corregir muchas cosas. Hace no mucho tiempo hablando con un dirigente del PP me contaba como veía él nuestro sistema democrático y, la verdad, que escuchando sus explicaciones uno entiende porqué es posible que pasen cosas como las que están pasando. Me decía este importante dirigente popular que en España hemos pasado de una democracia representativa a una democracia de opinión. En este nuevo modelo político los partidos de masas, los representantes parlamentarios y los proyectos políticos has pasado a un segundo plano. Lo importante es la opinión pública….bueno más bien la “opinión publicada”. Los verdaderos sujetos políticos son los mass media capaces de determinar qué y como se ven los asuntos políticos. En este modelo lo importante es estar posicionado en los medios de comunicación, que se repitan los mensajes que quieres que queden en la opinión y catapultar cuadros políticos que den bien antes las cámaras y sean dóciles ideológicamente. No se si tiene razón el alto dirigente del PP que me contaba su teoría, pero la verdad es que cuando uno analiza la forma de funcionar de algunos partidos en estos tiempos me queda una duda preocupante.


Cada día es más frecuente ver partidos de cuadros -'organizaciones anoréxicas'- sustentados tan sólo en una red clientelar. Son partidos que han perdido la cohesión interna y se han convertido en 'archipiélagos' de poder. En ellos, el clientelismo es el recurso que ejercitan los 'nuevos reyes de taifas' –locales, provinciales o regionales- para granjearse el apoyo incondicional de los afiliados activos –militantes- que deben ayudarle a vencer en los congresos provinciales o regionales. En este tipo de organizaciones el número de afiliados no es lo más importante, lo verdaderamente relevante es que la participación sea escasa y la movilización limitada para que la competencia real se produzca tan sólo entre las facciones y los cuadros de cada una de los grupos que previamente han quedado fidelizados con algún puesto orgánico o institucional.


Este tipo de partido no necesita “a los mejores” de la sociedad para el trabajo interno y la representación en las instituciones, sino a personas dóciles que se adapten fácilmente a los mandatos del Jefe. Por supuesto, en este tipo de organización, el debate crítico sobre los problemas políticos de la sociedad brillan por su ausencia, y puesto que la organización carece de proyecto e ideología, no queda más remedio que dedicarse a la gestión de lo cotidiano y a hacer política a golpe de titular de los medios de comunicación de masas afines siguiendo las directrices de los gurús de la sociología que otean diariamente las preferencias de los ciudadanos mediante encuestas de opinión.


El resultado: un partido desestructurado, con múltiples centros de poder, con una organización atomizada carente de cohesión estatal, con necesidades económicas ingentes para cubrir la falta de organización, la ineficiencia y la necesidad de estar constantemente en los medios de comunicación. Un partido al que en muchos casos no le queda más remedio que estar estrechamente vinculado a organizaciones, empresas y sectores de negocio privado solícitos a ofrecer sus servicios a cambio de un trato preferente en los contratos de los servicios públicos que se gestionan por los cargos del partido que copan las instituciones.

5.4.10

La derecha, a por la Complutense


La operación de acoso y derribo que la derecha política y mediática ha emprendido contra el Rector Carlos Berzosa no tiene nombre. La verdad es que sorprenderme no me sorprende lo más mínimo, ya sabemos como se las gasta doña Esperanza Aguirre y su entorno político y mediático. Recuerden la que montaron en el hospital de Leganes a propósito de las sedaciones, tan sólo para socavar el buen nombre de profesionales que cumplían con su trabajo, por el hecho de que no se aquietaban a sus pretensiones privatizadoras de la sanidad madrileña.



Ahora le toca a la Universidad Complutenses. Para ello, lo primero es sacar a la calle a un grupo de estudiantes, que a buen seguro es la primera vez que iban a una manifestación, y armar un escándalo con un intento de agresión al Rector. El argumento para la asonada es bien peregrino: oponerse a que los Colegios Mayores pasen a ser mixtos y reivindicar el mantenimiento de la segregación entre sexos. ¡Nada más y nada menos, a estas alturas! La verdad es que si los colegiales reclaman mejoras en su equipamiento, modernización, servicios de biblioteca, comedor o cafetería, nadie en su sano juicio tendría nada que decirles, al contrario, inclusos se les debería apoyar. ¡Esos si, que miren a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid! Que es quién debe poner los dineros suficientes para financiar la Universidad y, en particular, sus plazas de alojamiento.



Una vez encendido el fuego ya tan sólo es cuestión de alimentar las llamas: cuando el Rector, con buen criterio, dice que el intento de agresión no va a quedar impune y se va a abrir expediente disciplinario a los colegiales que le zarandearon, no transcurrió un día cuando el portavoz de educación del PP en la Asamblea de Madrid, en vez de salir a respaldar la Rector agredido, se descuelga con unas declaraciones recomendando a Berzosa que “no se transforme en una especie de Cruz Martínez Esteruelas de chapita de baratillo cuando cierra determinadas universidades o expulsa a determinadas personas o estudiantes de la universidad, y que se deje de arrebatos con reglamentos franquistas del año 54”.



Las declaraciones no tienen desperdicio, y denotan bien a las claras por donde va la línea de acción del PP en este asunto. Por eso, la cosa no podía quedar ahí. Las “fuerzas vivas” de la derecha mediática están “encendidas” y hay que seguir alimentándolas. La siguiente aparición estelar del señor Soler –el Portavoz de educación que se está haciendo famoso- es que el Rector se gasta el dinero de la universidad en hacer viviendas de lujo para los profesores cuando los colegios se caen a pedazos. Una nueva infamia, mucho más grave cuando el PP y la Consejería sabe que esas viviendas no las paga la universidad sino la empresa adjudicataria y, más aún, sabe que ese proyecto es nada más y nada menos que de Gustavo Villapalos, Rector que fue de la Complutense y Consejero de Educación con el PP. ¡ Pero no importa! La cuestión es difamar, atizar el fuego y procurar hacer daño a la Universidad y su Rector.



El último aporte a la estrategia de acoso lo ha hecho la propia Presidente Esperanza Aguirre que ha dicho que respalda las declaraciones del Portavoz del PP y dice que es cuestionable la realización de las viviendas en estos momentos. Claro, la Señora Aguirre no dice ni una palabra del dinero que su Gobierno debe a la Universidad madrileña, que le ha llevado a tener que cerrar en vacaciones por no tener presupuesto para pagar la luz y la vigilancia.



Aquellos que amamos la universidad, que sabemos que es uno de los patrimonios más ricos de la Comunidad de Madrid, no podemos más que revolvernos en nuestro interior por lo que está pasando. Pero una vez que hemos digerido nuestra indignación por comportamientos tan temerarios, ¡vamos a ser capaces de defender una universidad de calidad, pública y que no favorezca comportamientos discriminatorios!