17.5.11

Contra la indiferencia



Estamos en plena campaña electoral. ¡Locales y autonómicas, si! pero sin duda, de una importancia capital, teniendo en cuenta las dificultades, incertidumbres y abatimiento en el que se encuentra sumida la sociedad española.

En tiempos de crisis, como los que estamos viviendo, un efecto casi consustancial es el “abandono de la política”. Sectores muy importantes de la sociedad se suman al abstencionismo electoral, al indiferentismo ante todo lo público y, al mismo tiempo, se idolatran todos los egoísmos personales y colectivos. Cuando esto sucede, el sentido cívico y la disposición de las personas por el servicio público se hunde, quedando debilitado el Estado y los ciudadanos “refugiados” en sus intereses privados.

El servicio público, la responsabilidad cívica son valores de una gran importancia en una democracia, pero tienen un especial significado cuando las cosas se ponen complicadas. Los “enemigos de lo público” aprovechan estas oportunidades para animar a que los ciudadanos abandonen la política y quedarse ellos con la gestión del Poder.

Dos son las formas que los autoritarios disfrazados de liberales tienen para que cunda la antipolítica: en primer lugar, la desinformación, la mentira y la propaganda. En segundo lugar, el desprecio por el compromiso político y el desinterés por los compromisos públicos.

Las campañas electorales están llenas de propaganda, de medias verdades, de “debates trucados”. La desinformación en la política es una práctica común de los autoritarios que busca la denigración del adversario, la exaltación del Jefe y el aburrimiento del ciudadano honrado. Pero en campaña, las prácticas de manipulación se desarrollan de forma exponencial –no hace falta más que ver cómo se está tratando el tema de la ilegalización de Sortu y Bildu por parte del PP-, es la estrategia de mantener contentos a los sectores fieles que votan sin “rechistar” y generar el desencanto y el abandono de los “tibios” o libre pensantes.

La segunda forma de desincentivar el compromiso político es intentar fijar la idea en los ciudadanos que no tiene sentido alguno comprometerse con lo público, debilitar la idea de interés general y ensalzar los intereses individuales y privados. No es de extrañar que muchos partidos cuando llegan tiempos electorales hablen del “contrato con los ciudadanos” o de “rebajas de impuestos” como grandes reclamos electorales.

En esta situación, y a pocos días de las elecciones, reclamo una acto contra la indiferencia, contra la resignación y el “abandono incentivado” por aquellos que pretenden conseguir un buen resultado electoral no porque les voten más personas sino porque no votan los que lo hacen a sus adversarios políticos.

Está bien salir a la calle y gritar que las cosas no pueden seguir así. Pero si esa fuerza popular no se organiza y no participa en las instituciones queda reducida a la nada, produce melancolía y desesperación. Por eso el día 22 de mayo hay que ir a los colegios electorales y votar, cada uno según su criterio y su opinión pero siempre expresando que no basta con ser sociedad desarticulada sino que también llevamos las reclamaciones a las instituciones.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que? ahora no toca artículo de opinión del varapalo al psoe? el pueblo ha salido y se ha manifestado..se han manifestado a favor de las pocas opciones que se le ofrece...resultado de las elecciones.....una errónea mayoría absoluta y más de 1.000 concejales de bildu (por obra y gracia suya...)...ahora van y les preguntan a los familiares de los familiares de ETA!!!!

Anónimo dijo...

por cierto..no me refería a los familiares de los etarras....sino a los muertos provocados por esos que van a ocupar un puesto en la opinión política...