8.10.09

La trama de 'Don Vito'


Se ha levantado parcialmente el secreto del sumario del 'Caso Gürtel', ¡como reclamaba insistentemente la señora Aguirre! Seguro que muchos dirigentes del PP, incluido la señora presidenta, estarán ahora “tomando tila” para aplacar los nervios por la decisión del Tribunal de poner luz en el sumario judicial. ¡Paradojas de la vida! Ahora muchos de los que antes de ayer reclamaban la publicidad del sumario estarán pensando: mejor que hubiera seguido en secreto.



Pero todo eso no son más que cuestiones formales, ¡importantes! Pero meramente coyunturales y que hay que apuntar en la “dialéctica basura” de la política. Lo importante es lo que la gente de la trama corrupta hacía hasta hace dos días: comprar la voluntad de políticos del PP, desde ministros hasta concejales de pueblos, pasando por alcaldes, diputados regionales, consejeros, cargos directivos del partido, diputados y senadores nacionales, etcétera, mediante regalos caros, sueldos y sustanciosas comisiones.



Una trama corrupta que ahora sabemos se extendió por toda España allí donde el PP tenía poder institucional: ayuntamientos, comunidades autónomas y ministerios. Una trama en manos de personajes que actuaban con tal desparpajo que no tenían ningún problema para “doblar voluntades” con regalos o grabaciones de actos delictivos de aquellos que al mismo tiempo eran los conseguidores de sus sustanciosos contratos.



Por lo que hemos sabido, en Madrid el señor López Viejo era uno de los referentes más significados en el Gobierno de la Comunidad para sus contactos con las empresas de 'Don Vito', como quería que se le llamase a Francisco Correa, jefe del entramado de empresas que contrataban con el PP en Madrid y el resto de España.



De todo lo que estamos sabiendo me ha producido especial indignación y estupor lo que señor López Viejo y Special Events, empresa de Francisco Correa, hicieron en los funerales del 11 de marzo. Según cuenta el sumario del caso, los gastos para la Comunidad de Madrid de dichos funerales ascendieron a cerca de 150.000 euros, y como “la política” del consejero para poder contratar directamente con las empresas de Correa eran que ningún contrato superase los 12.000 euros se fraccionaron dichos gastos en 14 contratos diferentes: contrato de floristería, de alquiler de sillas, de azafatas, de servicios funerarios... y así hasta un número que suma un total de 150.000 euros.



La corrupción es siempre detestable y la mayor desgracia que le puede pasar a la vida pública y a los que nos dedicamos a prestar nuestros servicios en cargos de representación. La corrupción cuando, además, tantos ciudadanos están sufriendo las dificultades de la crisis, es un cancer difícil de atajar y que da puñaladas de muerte a la democracia. Pero cuando además la manipulación y los actos de fraude e ilegalidad se realizan en circunstancias tan trágicas y de tanto dolor para todos los españoles como los atentados del 11 de marzo, expresan un nivel de miseria, de amoralidad que, más allá de las responsabilidades judiciales, son para que esas personas pidan inmediatamente perdón a la ciudadanía y abandonen la vida pública para siempre. ¡Será posible! O el descaro del PP de Madrid y el adormecimiento de la sociedad permitirá tanta degradación. ¡Espero que no! Yo, desde luego, con estas palabras muestro mi repulsa e indignación.

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