5.4.10

La derecha, a por la Complutense


La operación de acoso y derribo que la derecha política y mediática ha emprendido contra el Rector Carlos Berzosa no tiene nombre. La verdad es que sorprenderme no me sorprende lo más mínimo, ya sabemos como se las gasta doña Esperanza Aguirre y su entorno político y mediático. Recuerden la que montaron en el hospital de Leganes a propósito de las sedaciones, tan sólo para socavar el buen nombre de profesionales que cumplían con su trabajo, por el hecho de que no se aquietaban a sus pretensiones privatizadoras de la sanidad madrileña.



Ahora le toca a la Universidad Complutenses. Para ello, lo primero es sacar a la calle a un grupo de estudiantes, que a buen seguro es la primera vez que iban a una manifestación, y armar un escándalo con un intento de agresión al Rector. El argumento para la asonada es bien peregrino: oponerse a que los Colegios Mayores pasen a ser mixtos y reivindicar el mantenimiento de la segregación entre sexos. ¡Nada más y nada menos, a estas alturas! La verdad es que si los colegiales reclaman mejoras en su equipamiento, modernización, servicios de biblioteca, comedor o cafetería, nadie en su sano juicio tendría nada que decirles, al contrario, inclusos se les debería apoyar. ¡Esos si, que miren a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid! Que es quién debe poner los dineros suficientes para financiar la Universidad y, en particular, sus plazas de alojamiento.



Una vez encendido el fuego ya tan sólo es cuestión de alimentar las llamas: cuando el Rector, con buen criterio, dice que el intento de agresión no va a quedar impune y se va a abrir expediente disciplinario a los colegiales que le zarandearon, no transcurrió un día cuando el portavoz de educación del PP en la Asamblea de Madrid, en vez de salir a respaldar la Rector agredido, se descuelga con unas declaraciones recomendando a Berzosa que “no se transforme en una especie de Cruz Martínez Esteruelas de chapita de baratillo cuando cierra determinadas universidades o expulsa a determinadas personas o estudiantes de la universidad, y que se deje de arrebatos con reglamentos franquistas del año 54”.



Las declaraciones no tienen desperdicio, y denotan bien a las claras por donde va la línea de acción del PP en este asunto. Por eso, la cosa no podía quedar ahí. Las “fuerzas vivas” de la derecha mediática están “encendidas” y hay que seguir alimentándolas. La siguiente aparición estelar del señor Soler –el Portavoz de educación que se está haciendo famoso- es que el Rector se gasta el dinero de la universidad en hacer viviendas de lujo para los profesores cuando los colegios se caen a pedazos. Una nueva infamia, mucho más grave cuando el PP y la Consejería sabe que esas viviendas no las paga la universidad sino la empresa adjudicataria y, más aún, sabe que ese proyecto es nada más y nada menos que de Gustavo Villapalos, Rector que fue de la Complutense y Consejero de Educación con el PP. ¡ Pero no importa! La cuestión es difamar, atizar el fuego y procurar hacer daño a la Universidad y su Rector.



El último aporte a la estrategia de acoso lo ha hecho la propia Presidente Esperanza Aguirre que ha dicho que respalda las declaraciones del Portavoz del PP y dice que es cuestionable la realización de las viviendas en estos momentos. Claro, la Señora Aguirre no dice ni una palabra del dinero que su Gobierno debe a la Universidad madrileña, que le ha llevado a tener que cerrar en vacaciones por no tener presupuesto para pagar la luz y la vigilancia.



Aquellos que amamos la universidad, que sabemos que es uno de los patrimonios más ricos de la Comunidad de Madrid, no podemos más que revolvernos en nuestro interior por lo que está pasando. Pero una vez que hemos digerido nuestra indignación por comportamientos tan temerarios, ¡vamos a ser capaces de defender una universidad de calidad, pública y que no favorezca comportamientos discriminatorios!

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